domingo, 7 de diciembre de 2014

CAMPAÑA WH40K. Ángeles Sangrientos (antiguos) contra Orkoz. 500 puntos.

Arranco la campaña del Ojo del Terror con mi primera partida con los Ángeles Sangrientos. Hacía mucho tiempo que no jugaba con ellos, concretamente desde Quinta Edición, y tenía muchas ganas de usar miniaturas que he pintado incluso recientemente.

La lista con la que iba a arrancar la campaña la publiqué recientemente, y la vuelvo a poner aquí con los nombres que he elegido para cada unidad y personaje, de manera que tenga un poco de "sabor":

Los ejércitos tan pequeños son fáciles de transportar.

TEMPLARIOS DE SANGRE (Ángeles Sangrientos - 500 puntos).

Bibliotecario Novicio Caleb. Nivel 1, Señor de la Guerra - 65

Escuadra de Asalto Azkaellon. Sargento Abimael (bombas de fusión), 8 marines de asalto con espada sierra y pistola bólter, 1 marine de asalto con rifle de fusión. Retrorreactores - 185

Escuadra de la Compañía Condenada (Compañía de la Muerte). 5 condenados con bólter en Rhino - 150

Escuadrón de motos Rafen - Sargento Madai (bombas de fusión), 2 motoristas con espada sierra y pistola bólter, 1 motorista con rifle de fusión - 99

Me iba a enfrentar contra los Orkoz de Juanfri, que había traído un alista más o menos así:

Kaudillo en moto
5 motos
10 orkoz con armadura pesada y noble en kamión
4 achicharradores y mekániko en kamión

Nos tocó jugar la misión de "Botín de Guerra" en despliegue "Yunque y Martillo" y Juanfri desplegó en primer lugar. Además había una regla especial de campaña por la cual los objetivos contarían tres puntos al final de la batalla. También se jugaba combate nocturno en el primer turno, objetivos misteriosos y el que desplegaba segundo podía infiltrar una unidad.

Elegí para mi bibliotecario el saber de Biomancia, obteniendo "Velocidad disforme" y el primaris ("Castigo"). También obtuve como rasgo de señor de la guerra "Maestro de maniobras" que me permitía flanquear.

DESPLIEGUE

Juanfri desplegó el kamión con la peña a mi derecha, el de los achicharradores a la izquierda y el kaudillo con las motos por el centro.


Yo dudé bastante si dejar una de las escuadras de asalto (dividí la escuadra Azkaellon) en reserva por despliegue rápido, pero al final las desplegué las dos, una por la derecha y otra por la izquierda. Las motos por el centro y la Compañía Condenada con el Bibliotecario Caleb en reserva entrando por flanqueo.


LA PARTIDA

Yo arrebaté la iniciativa y empecé. En el primer turno moví ligeramente las unidades para ocupar dos objetivos y esperé. Jaunfri desembarcó la peña para dejar atrás el kamión, ocupado un objetivo (el número 2) mientras los pasajeros avanzaban. Los achicharradores se mantuvieron en su kamión moviendo hacia el centro y las motos hicieron turbo hacia el centro de la mesa.


Los Templarios aguantan mientras las motos se meten hasta el centro.

En el segundo turno la compañía condenada entró por la izquierda, desembarcando, y las motos y una escuadra táctica movieron para enfrentarse con las motos. El Bibliotecario Caleb se hizo una herida al lanzar el poder de Castigo (que no consiguió nada) y los disparos combinados de las motos, los marines de asalto y los condenados causaron una sola baja. En el fuego defensivo los orkoz mataron a dos marines de asalto, que fallaron la carga. Las motos sí lograron llegar y en el combate no consiguieron nada, perdiendo al sargento, que luchó contra el kaudillo y a otra moto. Mi turno se había resuelto con la pérdida de dos motos, dos marines y una herida de Caleb para conseguir eliminar solo una moto.


Los refuerzos llegan y se unen al resto contra las motos orkaz.

Las motos templarias pierden el combate.

En el flanco derecho los marines mantienen la posición.

En su turno los achicharradores eliminaron al rhino, el kaudillo acabó con las dos motos que quedaban y la peña cargó contra la otra media escuadra, perdiendo tres chicoz a cambio de dos marines.

El kaudillo acaba con las motos.

En mi tercer turno la cosa ya estaba muy mal. La escuadra de asalto volvió a intentar la carga y perdió otros dos marines por el fuego defensivo. Tanto el marine superviviente como la compañía condenada llegaron al combate contra las motos. Los condenados eliminaron a tres motos y perdieron a un marine, ganando el combate y haciendo que los orkoz fallaran el chequeo. Sin embargo el kaudillo impuso orden, con solo un impacto sin consecuencias. En el otro combate murió otro marine y el noble se llevó una herida.

Los condenados se unen al combate.

En el turno de los Orkoz, los achicharradores se lanzaron al combate. Perdieron tres miembros y mataron a otro condenado. Los orkoz perdieron el combate y los achicharradorez huyeron, pero el kaudillo nuevamente mantuvo la disciplina en la escuadra de una solo moto, con un par de impactos sin daños.

Poco me quedaba por hacer. Un sargento contra cinco o seis orcos, cuatro marines y el bibliotecario herido contra el kaudillo, que para mi era indestructible. Tras la ronda de combate me qudaban en mesa dos condenados y lo dejamos.

Aparte de que quedaría asolado en el turno siguiente, en ese momento ya iba perdiendo 7 a 5 o algo así. El kamión en el objetivo 2 se había llevado cinco puntos: dos que le habían salido a Juanfri y los tres que me habían salido a mi y que me había podido robar.

CONCLUSIÓN

Me esperaba algo parecido con esta lista. No tengo potencia de fuego, no tengo vehículos, no tengo fuerzas altas ni FP bajo, con lo que no consigo causar bajas. Con escuadras tan pequeñas y tan pocas miniaturas, cada fallo de salvación es un dolor. 

La unidad de motos de Juanfri con el kaudillo se cargó prácticamente a todo mi ejército, como muestra de lo que digo en el párrafo anterior. 

Elegir como señor de la guerra a un simple bibliotecario ha sido un error, y ya no puedo corregirlo.  Las escuadras de asalto en retro me quitan la posibilidad de meter rhinos o cápsulas y la compañía de la muerte me cuesta casi lo que una escuadra de asalto completa. Las motos son también muy sensibles a las bajas- Pero bueno, se supone que estoy jugando lo que quería así que no debería quejarme y aguantar con la pobre lista que me he hecho.

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