Continúo con el jefe de los bibliotecarios de los Ángeles Sangrientos. Se me olvidó comentar en la entrada anterior un problema que tuve mientras estaba usando el aerógrafo. Si recordáis usé cinta de enmascarar para tapar algunas zonas mientras aplicaba el Blanco y el Negro con el aero.
Pues bien, al retirar la cinta me llevé la pintura en algunas zonas, dejando al descubierto el metal. Tuve que repasar esas zonas con imprimación negra de Vallejo a pincel y pintar sobre ella en Negro nuevamente.