Cuando compré la última caja de Guardia Sanguinaria, hace unos meses, solo usé tres de las figuras, para ampliar la escuadra de cinco a ocho miniaturas. Las otras dos las dediqué a conversiones. Con una de ellas construí a Dante y con la otra hice un capitán. No es un cuartel general que se use demasiado, ni en los Ángeles ni en los Marines, y menos equipado con una mochila de salto. Pero ya tengo capitanes a pie con diferentes armamentos, en moto o con armadura de exterminador, y me faltaba uno con retroreactores.
Mi capitán en moto.